Deja vu

¡Ya lo descubrí! No es pandemia lo de la nostalgia, creo que la causa tiene que ver con el mes que estamos viviendo. Así es ¡Mayo se las trae! Con esa rara mezcla de tiempo que nos enloquece, descoloca, nos hace cambiar las compras del mes y como si fuera poco... nos resfría... La primera suave lluvia, que en la mañana mojó mi rostro, me hizo descubrirlo... Es su amanecer frío; su atardecer parece querer retener en un abrazo hueco, los colores del día; sus noches en cambio, son capaces de resucitar aquel deseo muerto, y hacer emerger, las fantasías más escondidas... Se dice que aquellas mujeres que han dado a luz en este mes, aportaron al mundo seres con una gran capacidad para sobrellevar pesares, de los cuáles solo quedan vestigios, en esa triste mirada que parece marcar su sino, por muy violento que este sea... Tal vez, en honor a este mes y a los que en él nacieron, debería elegir renunciar a escribir y callar mis dedos, emulando las mejores creaciones de Mastropiero (compone mejor cuando no compone) En todo caso, para que molestarse, igual aquí va un regalo a la lluvia de este mes, a su gente y a los oídos a través de los ojos (alguna vez aprenderé a subir música) Lluvia de mayo... (Kabah) El tiempo pasa y es testigo que no dejo de amar. Tu vida, mi vida ya lo sé que no piensas en mí. El tiempo pasa y es testigo que no puedo olvidar, que no piensas en mí. Me despierto y sé que no puedo más de tanto pensar no voy a olvidar ese atardecer, no te vi volver, la lluvia de mayo en mi piel. Por tantas horas perdida en la distancia siento ese silencio otra vez. El tiempo pasa y es testigo que no dejo de amar. Tu vida, mi vida y a lo sé que no piensas en mí. El tiempo pasa y es testigo que no puedo olvidar. Tu vida, mi vida ya lo sé que no piensas en mí. No quiero comer, para qué salir, si no me quieres ver, si no piensas en mi. Cada atardecer vuelvo a sentir la lluvia fría de mayo en mi piel. Por tantas horas perdida en la distancia siento ese silencio otra vez. El tiempo pasa y es testigo que no dejo de amar. Tu vida, mi vida ya lo sé que no piensas en mí. El tiempo pasa y es testigo que no puedo olvidar. Tu vida, mi vida ya lo sé que no piensas en mí. Por tantas horas perdida en la distancia siento ese silencio otra vez. No, no sé que debo hacer, así no puedo seguir, no vas a regresar, y tengo que aceptar que tú ya no sientes por mí lo que yo siento por tí, ven, que quiero tenerte junto a mí.